17 Ene 2022

Los desplazamientos colectivos son seguros y ayudan a luchar contra la contaminación.

La demanda de transporte público sigue casi un 30% por debajo de los niveles previos a la pandemia en Pamplona y su Comarca. En concreto, la caída es del 27,4% respecto a 2019 (42,6% fue la pérdida del 2020 respecto al 2019) y del 33,8% a nivel estatal (45,8% en el anterior periodo). La Comarca de Pamplona se sitúa en el pelotón de cabeza en recuperación, pero aún así no hemos llegado aún al 80% de los niveles de 2019, reconoce el presidente de la Mancomunidad David Campión.

Tampoco se prevé que se recupere en este año 2022. Uso permanente de mascarilla, ventilación constante, renovación del aire, el 75% de aforo y con una mayor flota pese a tener once millones menos de pasajeros que en 2019, desinfecciones constantes de vehículos y estancias cortas: «No hay correlación entre villavesas y contagios», admite Campión que reconoce la evolución de las diferentes olas de contagio debido a la Covid «están siendo totalmente independientes del número de usuarios que utilizan el transporte urbano comarcal». Y pese a todo dicen que la mitad de las personas que han dejado de usar el transporte público han vuelto al coche privado. Con lo que había costado… El Ministerio de Movilidad lanzaba a finales del año pasado una campaña para recordar que los desplazamientos colectivos son seguros y ayudan a luchar contra la contaminación.

La campaña en Pamplona y Comarca de 2020 bajo el lema Súbete al público! o En silencio viajamos más seguros! del año pasado fueron en esa línea. ¿Nos hemos olvidado del cambio climático y de la sociedad para volvernos más individualistas? ¿Hay miedo aunque sea infundado? Si se guardan las distancias y no se habla tanto (y tan alto, entre nosotros o a través del teléfono) se daría mayor sensación de tranquilidad al resto de pasajeros. Cualquier espacio, en el trabajo, en el supermercado y, por supuesto, en el ocio ha sido y es más inseguro. Quizás la alta incidencia del virus en Navarra nos haya vuelto más refractarios a espacios en teoría cerrados cuando en realidad no lo son porque las ventanillas permanecen abiertas y las puertas se abren en todas las paradas. Es un medio público, necesario, sostenible y seguro. Y nos ahorra dinero. Más que el autobús la responsabilidad una vez más está en nosotr@s. Es saber cómo utilizarlo.

Fuente: Noticias de Navarra

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