Los autobuses y autocares Mercedes-Benz y Setra han sido puestos a prueba de nuevo en el Círculo Polar Ártico, concretamente en Arvidsjaur y Arjeplog en Suecia, Rovaniemi en Finlandia hasta donde un equipo de ingenieros, mecánicos y conductores del área de ensayos de Daimler Buses ha probado los vehículos.
Estas pruebas forman parte de los programas de ensayos, con verificación y optimización intensas y tempranas de componentes, grupos funcionales y vehículos completos bajo condiciones climáticas extremas que realiza el grupo. Por ejemplo, durante las pruebas anuales de invierno, que se celebran de enero a marzo, la firma prueba los vehículos a temperaturas árticas y sobre carreteras cubiertas de hielo y nieve en el Círculo Polar.
Según informaciones de la estación meteorológica, cada año hay heladas en 186 días. La temperatura media anual es casi exactamente cero grados centígrados. Otra constante en el clima de la región son las precipitaciones. Aquí se cumplen plenamente las expectativas de los que buscan la nieve en invierno. El manto blanco cubre casi toda la región. Por lo general, la máxima diaria no suele superar de nuevo el límite de cero grados hasta el mes de abril.
El área de ensayos de Daimler Buses acude desde hace muchos años a las dos ciudades, situadas justo por debajo del Círculo Polar, a 65 y 66 grados de latitud. Aquí se llevan a cabo sobre todo pruebas de dinamismo de conducción en los lagos helados de Arjeplog. En las pistas circulares con hielo de condiciones definidas se comprueba la fiabilidad del programa electrónico de estabilidad ESP bajo condiciones extremas.
Un equipo local de especialistas en hielo prepara pistas a medida para las pruebas de autobuses y autocares nuevos y para los ensayos con componentes. Una vez que se han helado los lagos se elimina periódicamente la nieve de la superficie. De ese modo se forma una capa de hielo de gran espesor y aumenta su capacidad portante para la circulación de vehículos. En función del programa de trabajo y las preferencias, se dispone de carriles de hielo rugoso, placas lisas de hielo y pistas cubiertas de una fina niebla de agua, tan resbaladizas que podrían considerarse impracticables. Las condiciones homogéneas y reproducibles son necesarias para las pruebas de conducción.
El lago tiene una profundidad de más de 200 metros bajo una capa de hielo de varios metros de espesor. No obstante, no existe peligro. Los conductores se limitan a conducir sobre las pistas preparadas, en donde el hielo puede soportar cargas de hasta 40 toneladas.
