La Fundación Seur y la Empresa Municipal de Transportes (EMT) han firmado hoy un Convenio de Colaboración en virtud del cual la EMT se une a la campaña “Tapones para una nueva vida” que, desde octubre de 2011, viene desarrollando la Fundación SEUR en colaboración con numerosas empresas y entidades.
El proyecto “Tapones para una nueva vida” tiene como objetivo recaudar fondos, a través de la recogida y reciclaje de tapones de plástico, para ayudar a niños sin recursos a acceder a un tratamiento médico no reglado en el sistema sanitario con el fin de mejorar su calidad de vida. Se trata, por tanto, de una campaña con un doble objetivo: social y medioambiental. En la vertiente social supone una ayuda para niños y jóvenes hasta 18 años que necesitan un tratamiento, una intervención quirúrgica o un aparato ortopédico y que no tienen recursos para acceder a ellos. En la vertiente medioambiental, este proyecto supone una acción intensiva de reciclaje que evita el vertido de miles de toneladas de plásticos al entorno.
Este proyecto, que tiene una gran relevancia para la EMT porque combina la labor social y la medioambiental, se enmarca dentro de las acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que realiza habitualmente la empresa municipal. En el marco de su estrategia empresarial, la EMT viene realizando desde hace años un esfuerzo para mejorar de forma continua su compromiso social y sus planes de RSC, con el objetivo de ser una entidad más humana, transparente y sostenible. Este objetivo se canaliza a través de la colaboración con diferentes organizaciones de la sociedad civil apoyando aquellas causas que contribuyan a la transformación y la mejora sociales.
Desde que se inició el programa “Tapones para una nueva vida”, la Fundación SEUR, con la colaboración de todas las organizaciones implicadas hasta ahora en el proyecto, ha recaudado cerca de 700.000 euros con los que se ha ayudado a 87 niños. A lo largo de la campaña, se han reciclado casi 3.000 toneladas de tapones de plástico (unos 1.400 millones de tapones suficientes para llenar ocho piscinas olímpicas) lo que supone una reducción de emisiones de CO2 al Medio Ambiente de casi 4.500 toneladas.