El servicio de autobús metropolitano de Sevilla está en peligro debido a la deuda de cinco millones de euros que acumula el Consorcio de Transportes de la capital. El director de federación empresarial, Fandabus, Juan Carlos García Argenté, solicita a la administración andaluza un compromiso presupuestario firme para poner fin al problema.
El consorcio se creó en el año 2000 con el objetivo de fomentar el uso del transporte público y un plan que incluía plataformas reservadas para los autobuses entre distintos municipios, aunque ninguno de ellos ha llegado a materializarse. A finales de 2013, a pesar de haber reducido servicios en 21 de las 56 líneas del consorcio y haber subido las tarifas tres veces en un año hasta alcanzar un incremento del 8%, la deuda del Consorcio rondaba los nueve millones de euros.
Las aportaciones extraordinarias realizadas por la Junta para intentar paliar la solución han logrado reducir esa deuda a cinco millones pero el problema base sigue sin resolverse. La Junta achaca gran parte de la deuda del consorcio a los ayuntamientos, aunque no la define, mientras éstos rechazan esa responsabilidad.
Los afectados por esta situación son, de momento, las siete empresas concesionarias, y en el futuro puede que los usuarios. Desde la Federación Andaluza Empresarial de Transportes, Fandabús, tiene claro que lo único que puede aliviar la situación es un compromiso presupuestario real por parte de la Junta y de los ayuntamientos implicados. El director de esta entidad, Juan Carlos García Argenté, señala que ahora la deuda del Consorcio la soportan las empresas que tienen que hacer frente a los gastos que genera prestar ese servicio. Por ello, considera que la solución pasa por retirar servicios que no asumibles, “porque si no se puede pagar no puede darse”, y/o por un compromiso presupuestario firme.